AÑO DE PUBLICACIÓN: 1961.
«El coronel destapó el tarro del café y comprobó que no había más de una cucharadita. Retiró la olla del fogón, vertió la mitad del agua en el piso de tierra, y con un cuchillo raspó el interior del tarro sobre la olla hasta cuando se desprendieron las últimas raspaduras del polvo de café revueltas con óxido de lata.»
Mi experiencia de lectura
Este es el inicio de la novela, con el que yo diría sabemos que nos adentraremos en un mundo de escasez.
Esta es una muy conocida novela y de la que cualquier persona podría hablar porque aunque no la hayan leído saben a muy grandes rasgos de lo que trata, es sobre un coronel que está en muy avanzada edad de su vida y que aún espera porque le llegue su jubilación de cuando estando joven participó en la guerra, pero siento que es mucho más que eso.
En esta novela acompañaremos a ese coronel en lo que se ha convertido su vida desde que su hijo fue asesinado en una gallera después de una redada de control del Estado, en su pobreza y enfermedad en la que convive con su esposa de toda la vida la cual está muy enferma y afligida, y descubriremos a la par que él qué es lo que realmente significan y complementan la vida de algunos personajes del pueblo de Macondo. Así mismo cómo se vive en un lugar en el que la información real de un país está protegida y escondida, en el que cualquier opinión contraria debe ser escondida; y en la que la censura atraviesa a muchos otros aspectos.
Es una novela que quiero recomendar, no sólo por tratarse de una joya de la literatura colombiana sino también, porque es posible reconocer qué más hay de esta autor por su ya conocida Cien años de soledad y ese maravilloso mundo que es lo que se llama Macondo, pueblo, estado de la mente, de la vida, etc.
